Esos son algunos de los dos mil objetos rescatados desde el Titanic, después de permanecer 75 años sumergidos a cuatro mil metro bajo el mar y que se han salvado gracias a sofisticadas técnicas arqueológicas.
En Europa la llaman la embajadora de la elegancia parisina. Inés de la Fressange, una morena de un metro ochenta y cinco de estatura, y cincuenta kilos de peso, de un solo golpe enamoró a franceses, ingleses y ahora a los argentinos. Les presentó un avance de la colección otoño invierno 88-89.
Es sexy y lo sabe, pero no hace alardes. Sabe usar su voz, de tono muy bajo e intimista. Sabe sonreir con una boca traviesa de dientes de conejo y con los ojos claros que se achican. Y, definitivamente, sabe actuar y dirigir.
“Hay una bruma en mi cabeza sobre esas cosas. Ya no me acuerdo bien de todo. Felizmente, tomé notas y escribí con ellas un libro cuando todo estaba más fresco en mi mente. Hoy se me ha esfumado todo, quedan sólo imágenes muy borrosas. Eso debe ser un poco al tiempo transcurrido, pero probablemente también sea un mecanismo psicológico.
“Cuando oímos lo que dijo Carlos Altamirano (secretario general del PS) en ese discurso del 9 de septiembre en el Estadio Chile, ya tuvimos claro que había que hacer. Nos juntamos ese mismo día en la casa de Pinochet, y Merino era el más decidido, porque era el que estaba más urgido: le estaban infiltrando la Armada. No nos cabía duda de que actuábamos o el país se iba al despeñadero. Porque altamirano había sido desafiante al reconocer que se había reunido con suboficiales de la Armada. Ahí nos dimos cuenta de que estábamos fregados. Si seguíamos gobernados por tipos como él, el país se iba al hoyo. Ya estábamos destruídos en lo político, en lo social, en lo económico. La inflación estaba disparada. Era una debacle. ¡Lo que costaba conseguirse un pollo, un pedazo de pan o llegar a los supermercados, que estaban tomandos!.